EL MONSTRUO DE LA SRA.MO

SAUDO, CORALIE

El pequeño protagonista de este cuento tiene un papá que se las trae. Es cariñoso y divertido, pero en el zoo no para un segundo; se encapricha, se impacienta y hasta tiene una rabieta descomunal. ¿Resistirá el niño a este papá-torbellino de energía inagotable? Una historia contada por el niño que pone el vínculo padre-hijo al revés. Es el hijo el que tiene que aguantar estoic...

TORRES,PENELOPE

Pene´lope Torres invita a sus pequen~os lectores a iniciarse en la lectura de una manera muy original con unos divertidos y peculiares personajes.Con los viajes de Pe´nelope, la ilustradora y psico´loga incita a los ma´s pequen~os –y no tan pequen~os- a dar sus primeros pasos en la lectura aprendiendo sus primeras palabras en ingle´s al mismo tiempo que ubican, de forma muy div...

ESTÉVEZ CORTIZO, LUPE / GANSO BUENO, MARIBEL

Las personas somos por naturaleza un compendio de contradicciones y puntos opuestos, una mezcla de sentimientos, ideas concretas y conceptos abstractos. Somos un fantástico collage. De esta evidencia surge esta historia cargada de imágenes y palabras inspiradas en el mundo de la infancia. ...

FERNÁNDEZ, FEDERICO / GONZÁLEZ, GERMÁN

BALEA é un gran mural de dobre cara, pregado coma un acordeón, que representa unha enorme balea metálica sumerxida no fondo do mar, xunto con algas, peces de vivos colores e outras criaturas acuáticas. Ao seu arredor, uns simpáticos buzos de traxe amarelo, protagonistas mudos deste libro-obxecto visual. Ao xirar a folla cambia a perspectiva dos lectores, que observan o interior...

HOLZWARTH,WERNER

Un libro muy divertido para primeros lectores o para leer a los más pequeños.Todo empezó cuando el topo asomó la cabeza por su madriguera y le cayó aquello gordo, marrón, que se parecía a una salchicha. De mal humor, se dispuso a buscar al culpable. ¿Pudo hacerlo una paloma? ¿Tal vez una vaca? ¿Encontrará el topo finalmente a quien lo hizo?Así empieza El topo que quería saber...

DÍAZ REGUERA, RAQUEL

A una niña le gusta un niño, pero el niño no se fija en ella, no la mira. ¿Qué hacer? Sus amigos le aconsejan de todo: que se quite las coletas, las gafas, la sonrisa, las pecas, las alas, que no sea tan parlanchina. El niño por fin se ha fijado en ella, pero, con tanto quitar, hasta se han ido los pájaros de su cabeza. Y la niña se da cuenta de que ya no es ella y decide recup...